Esta entrada va dedicada a todas aquellas personas que
trabajamos en el monte, que pasamos los días en contacto directo con la
naturaleza, que pasamos calor, frio, vemos llegar las primeras migradoras,
florecer las primavera, o ver caer los primeros copos del invierno a pie de
campo.
También puede servir para dar un poco de envidia sana a esas
otras personas, que por lo contrario trabajan rodeadas de tabiques blancos, y
que para almorzar tienen una maquina de café con un aparato de radio, todo lo
contrario a esta zona de almuerzo que os
muestro, donde cada mañana trabajamos la BRIF de Daroca abriendo un cortafuegos
en pleno corazón de la sierra de Paniza.
Aquí pasamos mucho calor los días de sol, también hay días de
frio muy duros, en los que cuando vas a beber agua de la botella está se ha
congelado, días donde las grullas te sobrevuelan y días donde los corzos pasan
fugazmente por delante de ti, días de boiras húmedas o granizos, pero siempre días
en plena naturaleza, sintiendo y disfrutando, sea lo que sea, de lo que allí ocurre,
y disfrutando de una vista como esta, desde donde se puede ver desde el moncayo
hasta los pirineos.
Sin palabras Agustín, me encanta tu entrada, esto no es sólo un trabajo es toda una filosofía, una forma de vida, la vida que nos enseñaron nuestros mayores y que está por encima de todas las cosas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Y nunca terdris el sindrome del edificio enfermo .
ResponderEliminarQue suerte.
Rata los pastores tampoco tenemos ese síndrome.
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios. La verdad es que si realmente te gusta en campo es una gran suerte saber cada mañana cuando te levantas que vas a poder pasar el día al aire libre.
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