Garcilla Bueyera (Bubulcus ibis) en la Dehesa de Abajo |
El pasado puente de mayo se
celebró en Doñana, como conmemoración del 60 aniversario de SEO/Birdlife, la
primera edición de la Doñana BirdFair.
Una feria ornitológica que,
situada en lugares únicos como la Dehesa de Abajo de Doñana, la Cañada
de los Pájaros en Puebla del Río (Sevilla) o el Centro Ornitológico Francisco Bernis de El
Rocío (Huelva), buscaba congregar a aficionados, profesionales, curiosos y
familias en un evento que pretendía ir algo más allá de lo habitual, ofreciendo
algo más que una mera exposición de stands comerciales donde las primeras
marcas del mercado puedan mostrar sus novedades y avances. Esta feria ofrecía
ponencias, curso de fotografía, actividades infantiles, maratones ornitológicos
y entre otras cosas, una actuación artística al caer la noche del sábado que a
mí personalmente me encantó. Un espectáculo algo fuera de lo habitual, un tanto
extraño, intentando fusionar poesía, forja, fuego, flamenco y escultura en un
mismo acto. Bajo el cielo que se estrellaba sobre la Dehesa de Abajo, y con el
canto del chotacabras cuellirrojo como telón de fondo, este espectáculo daba
por concluido un día de los cuatro que duró la Birdfair, en que la Asociación
Amigos de Gallocanta tuvo su momento de protagonismo.
Y es que desde la Asociación, al
enterarnos de la feria, se pidió un hueco en el programa para, como no podía
ser de otra forma, presentar el VIII Congreso Europeo sobre Grullas que tendrá
lugar en la Laguna de Gallocanta del 10 al 14 de noviembre. Así que
aprovechando el puente cogimos carretera y manta Antonio Torrijo, Sabi y yo, y
nos fuimos a Doñana, donde el sábado a las once de la mañana teníamos hora en
el salón de actos para presentar el Congreso. Con una asistencia menor de la
esperada, se hizo la presentación ante los asistentes y se abrió turno de
preguntas.
Y como no podía ser de otro modo,
antes y después de visitar la feria y hacer la presentación del Congreso nos
dedicamos a “pajarear” intentando recorrer en los tres días que estuvimos allí
la mayor parte del Parque posible, e intentar ver e identificar el mayor número
de aves posible, sobrepasando las ochenta especies, entre las que tienen gran
importancia el grupo de las ardeidas, muy presente en todo el parque, y también
el grupo de los limícolas, bastante bien observados en las marismas del Rocío,
donde convivían con los flamencos y las anátidas que se pueden ver allí.
Marisma del Rocio |
Si tuviéramos que destacar una
especia entre todas las que vimos, yo creo que los tres nos decantaríamos por
el pico menor (Dendrocopos minor) que pudimos observar en el palacio del Acebrón,
cuando pasó fugazmente por delante nuestro antes de pararse en un pino el
tiempo justo para poder identificarlo y seguir con su oscilante vuelo bosque adentro.
Y quizás también por el chotacabras cuellirrojo (Caprimulgus ruficollis), que
con su característico canto nos acompañaba por las noches en el camping donde
nos alojábamos, en un paraje natural que si no conocéis os invito a que descubráis, Doñana.
Ciguela blanca (Ciconia ciconia) de la colonia de cria mas grande de España y de las mas importantes de Europa, 300 pp aprox. Dehesa de Abajo |
¡Gracias, Agustín! Gran experiencia, para repetir, pero con menos calor ;).
ResponderEliminarGracias Sabi!!
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