Más de 300 cigüeñas duermen hoy sobre las murallas de Daroca.

 Domingo por la tarde, día de pasear por las medievales calles de Daroca. Siete de la tarde hora de salir, como decimos en Aragón a tomar la fresca, a dar un paseo en familia, con la pareja, con los amigos o en solitario, pero ¿Qué son esos pájaros que están dibujando círculos sobre las murallas? ¿Has visto que montón de buitres, o son grullas? ¿Aunque parecen blancas no? Son cigüeñas!!! Estas han sido las protagonistas del día de hoy en Daroca, y también las que han despertado la curiosidad de niños y mayores, y se han convertido en objeto de un sinfín de preguntas mientras se podían ver posadas en los torreones principales de las murallas, o en los arboles más altos de la ciudad, o incluso en la fábrica de harinas, en las chimeneas y en las antenas y torres de la luz. 

Pero ¿A dónde van? Y ¿se quedaran muchos días? ¿Qué quiere decir tantas cigüeñas juntas? Estas son algunas de las preguntas que a todos nos pasaban por la cabeza. Y mientras con telescopio en mano observábamos a estas majestuosas aves crotorar sobre los arboles gigantescos de la harinera, el telescopio iba encabezando una fila de niños y mayores tras él para poder observar a estas Cigüeñas blancas, (Ciconia ciconia) que con su presencia en Daroca nos anuncian una bajada de temperaturas en su zona estival, que además seguramente podremos descubrir gracias a la lectura de algunas anillas alfanuméricas de PVC que portaban algunos ejemplares en sus tibias.

Estas aves, en estos momentos, van abandonando sus zonas europeas de cría para ir dirigiéndose a su territorio de invernada, situado al sur del Sahara, es decir, hacen una migración transahariana que suele durar más de 25 días, y en la que intentaran sobrevolar el mar lo menos posible, aprovechando el estrecho de Gibraltar para pasar a África. Igualmente utilizaran las corrientes térmicas, que son corrientes ascendentes de aire caliente que usan a modo de ascensor para coger altura, y así gastar menos energía en este largo viaje y poder recorrer una media de 150 kilómetros diarios hasta llegar a su zona de invernada, donde se pueden juntar en bandadas de más de mil individuos.

Hoy sin duda, las grandes protagonistas de la tarde, y a buen seguro unas majestuosas y elegantes centinelas aladas, que esperemos, podamos volver a ver en marzo, cuando regresen a sacar a su prole adelante en sus nidos europeos.

Buen viaje!!