sábado, 25 de marzo de 2017

EL DUENDE DEL BOSQUE

Llevo ya unos cuantos años viendo al duende de bosque melodeando y atemorizando a las aves de la  ciudad de Daroca, y cada vez que lo vuelvo a ver me quedo embobado con su técnica de caza y la rapidez con la que la ejecuta. Hablo del gavilán o como lo denominó Manuel Diego Pareja Obregón  en su libro de cetrería " UN DUENDE DE NOMBRE GAVILÁN".

De colo gris azulado y con el pecho claro con un fino barreado transversal y un tono rojizo en los machos. Las hembras de un color pardogrisaceo y el vientre con listas de color azul. y los ejemplares inmaduros  de color marrón.





El Gavilán es un ave escurridiza y que no le gusta dejarse ver, es más cuando caza y atrapa su presa se la suele llevar a un lugar donde esté a salvo de sus depredadores. De tamaño pequeño ( macho de 29 a 34 cm y la hembra de 35 a 41 cm) se ha especializado en la caza de pequeñas aves desarrollando una larga cola y alas redondeadas para poder volar entre obstáculos a gran velocidad. Le gusta mucho cazar desde una atalaya escondida para intentar sorprender a su presa con un vuelo rápido y preciso.

Aquí es donde quiero llegar yo, después de ver, eso sí de forma casual varios ataques de esta rapaz, he llegado a la conclusión que tiene tres zonas preferidas en la ciudad de Daroca.



La primera en la zona que abarca desde la cooperativa hasta la puerta baja, otra en la zona de la Iglesia de San Miguel y el paseo de la Fraternidad y del ingenio y la tercera en la zona del campo de fútbol.
fabrica de harinas
Paseo de la Fraternidad y del ingenio

La primera de ellas es la que para mi es la preferida por ellos, ya que es donde más cantidad de aves tienen para poder cazar, ya que los gorriones, tórtolas  se afanan en comer el trigo y cereal que se les cae a los camiones que cargan y descargan tanto en la fabrica de harinas como en la cooperativa. En esta zona es en la que he visto varios ataques espectaculares. Aquí he visto atacar desde un gorrión hasta una tórtola pasando por alguna lavandera boyera y algún verderón. Como ya os he dicho antes, su ataque es rápido y provechando los edificios o árboles como camuflaje, se toman su tiempo antes de atacar para elegir la presa más débil o más fácil de cazar. Aunque suelen fallar en un 60% de sus intentonas.

 No es nada fácil ver un ataque de esta pequeña rapaz, por mi parte todas que he visto han sido casualidades o por intuición, ya que en el momento que oigo o veo que las palomas, tórtolas, gorriones vuelan asustados mi  mirada va al cielo en busca de esa mancha grisácea que vuela entre esa algarabía de aves.

Con esta táctica he visto montar al gavilán en el cielo detrás de una tórtola y ver como después de un primer ataque quitarle parte de plumas y caer como gotas de agua sobre mi cabeza, atacar a una lavandera boyera que después de fallar la pobre lavandera se quedó en lo alto de un muro que yo creía que se le salia el corazón,también lo he visto volar por encima de mi cabeza hasta meterse por las casas detrás de un gorrión O cazar de un certero ataque un gorrión en los setos de la carretera. Tampoco duda en ir a la jaula de los canarios y darles muerte dentro de ella, tengo constancia de dos sucesos así.

Pero no todos los ataques terminan bien, por desgracia llevamos varios ejemplares muertos en nuestra ciudad. El ansia de cazar fácil o la mala suerte se cruzó en el camino de este pequeño alado.

Varias de las muertes son por el impacto contra las ventanas de las casas, los gavilanes al ver un periquito o gorrión se afanan por cazarlos y no ven la ventana cerrada muriendo al estrellarse contra ella. Una vez encontramos debajo de una ventana un gorrión y un gavilán los dos con el cuello partido, pensamos que el gorrión aterrorizado se quiso meter dentro de la casa no viendo la ventana y el gavilán por el afán de cazarlo tampoco, muriendo los dos en el acto.

Como veis creo que somos muy afortunados y un servidor más, en tener tan cerca esta joya y poder verla aunque sea fugazmente.

Para terminar os contaré una leyenda que a mi me encanta:

Se dice que en las noches frías de invierno el gavilán caza un pajarillo pero no le da muerte y se va a dormir con el debajo de sus patas aprovechando el calor de su presa para pasar la noche. Al amanecer el gavilán suelta a su presa y si esta se va en una dirección el se va al contrario para no dar muerte al que le ha dado calor esa noche.








No hay comentarios:

Publicar un comentario