Tal y como dice el título de esta entrada estamos ya hace
unos días en ese momento de migración masiva de muchísimas especies, ya tenemos
las golondrinas haciendo acrobacias en el cielo, los milanos negros
deleitándonos con sus planeos o las águilas culebreras cerniéndose en busca de
alimento.
Y en la cuenca de Gallocanta, ya hace hoy un mes justo
(9/3/2018) que pude observar las que para mí fueran las tres primeras avutardas
del 2018, unos minutos después de disfrutar de la migración de las grullas
hacia sus zonas de cría en el norte.
Esta entrada la podría acompañar de espectaculares fotos de
avutardas en la cuenca de Gallocanta, de primeros planos de grullas
trompeteando, de cortejos nupciales de ambas especies, pero no tendría sentido
usar unas fotos de otro día, ya que aunque las fotos obtenidas con un
digiscoping improvisado son de una calidad pésima, son las fotos de ese día, de
ese momento, de esa emoción.
Emoción, que a cualquier aficionado a la ornitología, a
cualquier observador de la naturaleza, o a cualquier habitante rural observador,
le trasmite el volver a ver por primera vez esas especias que han pasado el
invierno lejos, ver como la naturaleza sigue su curso y unas marchan para dejar
paso a otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario