19 de marzo, para la mayoría el día del padre, para otros un
invento capitalista con el que intentar arañar el bolsillo de todo aquel que lo
permita, y para otros desde hace 7 años un día de recuerdo y tristeza.
Si, ya hace siete años que los compañeros de la brigada helitransportada
de Alcorisa sufrieron aquel accidente con el helicóptero que los llevaba a
combatir un incendio muy próximo a Teruel, el resultado del accidente fue el
peor posible, muriendo en el acto todos sus pasajeros excepto uno, Ángel Aznar,
al que desde aquí mandamos un fuerte abrazo.
Entre los fallecidos el amigo Montxo para muchos, y Ramón
para otros, el más joven de todos, una fuente de alegría, de energía, de amor
por la naturaleza y de pasión por las aves y la ornitología.
Pasión que hizo que nuestras vidas se cruzaran descubriendo
una inmensidad de coincidencias entre ambos y en poco tiempo forjando una
amistad que durara para siempre.
Amistad que Ramón, aun sin estar presente nos ha pasado de
unos a otros, haciendo que con la excusa de la ornitología y bajo el paraguas
del anillamiento de aves nos hayamos conocido unos amigos y otros, gente que quizás
nunca hubiéramos coincidido, haciendo que año tras año su familia sea la
familia de muchos de nosotros y forjando nuevas amistades en sus nogueras, un
recuerdo que ya es tradición, y que si por circunstancias te pierdes duele y se
extraña, sabiendo siempre que sus familiares al año que viene lo volverán a
preparar, y volveremos a ir todos aquellos, que cada 19 de marzo, en nuestra
parte del planeta, dejaremos caer alguna lagrima en forma de pluma ante el
recuerdo de un amigo pajarero.
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