UN TRABAJO DE ALTURA.

Esta semana pasada fue semana de tormentas, noches de viento y relámpagos, truenos que escuchamos desde nuestras casas. Pero, ¿Qué pasa en el campo cuando ocurre esto?, esta claro que cuando se forma una de estas tormentas de aire, rayos y truenos, nosotros la vemos pasar desde nuestras casas, y algo parecido hacen los animales en el campo, refugiarse en sus madrigueras, en cuevas, en sitios de vegetación que les proteja, etc.

Pero hay algunos que no tienen esta posibilidad, porque ¿Qué pueden hacer unos pollos que se encuentran en el nido? Lo único que pueden hacer es agacharse en el nido, juntarse unos con otros y permanecer inmóviles a la espera de lo que pueda pasar.

Y algo así fue lo que debieron de hacer los protagonistas de esta entrada.

Ellos se encontraban en su nido como todos los días desde que rompieron el cascaron, un nido en la horquilla de un chopo a unos 9 metros de altura, que ofrece unas vistas privilegiadas de la laguna de Gallocanta, mas concretamente de la Reguera.

Bien, pues estos pollos de Alcotán se encontraban en su nido construido de palos y hierba seca, cuando de repente, la noche del día 17, se formo una de estas tormentas veraniegas que azotan con fuertes ráfagas de viento todo lo que encuentran a su paso.

Los pollos intentaron resistir a la tormenta, pero el nido no soporto este aire, y se empezó a romper, y a descolgar. De los tres jóvenes alcotanes que ocupaban el nido uno, cayó al suelo durante la tormenta, y los otros dos resistieron aferrados a las ramas y a los restos del nido que los había visto nacer.

A la mañana siguiente, unos señores que pasaban en bici por allí, vieron al pequeño en el suelo y tras recogerlo lo acercaron al grupo de anillamiento que allí estábamos trabajando.

Este pequeño fue trasladado al centro de recuperación de la Alfranca para que fuera reconocido tras su caída del árbol, pero todavía quedaban otros dos pollos en peligro, que por su situación en ramas delgadas del árbol, impedían su rescate.

Así pues se contacto con Juan, un APN que apasionado por los animales se desplaza donde se le necesita para hacer este tipo de trabajos.

La mañana del día 19 llego Juan con su equipo de cuerdas, arneses y demás material necesario para este rescate, pero poco antes de empezar a subir al árbol, al reconocer la zona de alrededor, dimos con otro pollo de alcotán que durante la noche había caído del nido, este también fue trasladado para su reconocimiento al centro de recuperación. Así pues solo quedaba un pollo en el nido, pollo que tras un buen rato de tiempo y mucho esfuerzo fue rescatado de su peligroso emplazamiento, en todo momento la operación estaba supervisada por los Alcotanes adultos, que volaban sobre nosotros emitiendo sus gritos de alarma y poniéndonos los pelos de punta.

Una vez los tres pollo estaban fuera del antiguo nido, Juan se dispuso a construir un nido artificial, con unas pletinas metálicas y material vegetal que le íbamos pasando del suelo. Así pues el pollo rescatado fue depositado en el nuevo nido que se encontraba en el mismo árbol que el antiguo pero en unas ramas más fuertes y seguras.

Ahora solo queda esperar que tanto este pequeño, como sus dos hermanos atendidos en el centro de recuperación de La Alfranca, salgan adelante, y sean ellos los que el día de mañana hagan el nido en la antigua estructura en la que crío la corneja, sobre la ramas de un chopo de vistas privilegiadas.

Y a nosotros nos queda dar las gracias a los Agentes de Protección de la Naturaleza que intervinieron en la operación, y por supuesto a estos ciclistas que fueron los primeros en rescatar al pollo caído y de dar parte de la situación del nido.

Muchas gracias y buen trabajo.