macho de avutarda haciendo la rueda |
Si bien es cierto que la mayoría de las veces hablar de la
laguna de Gallocanta es relacionarlo con las grullas, desde este blog son
muchas las ocasiones en las que hemos destacado el valor de otras especies que
allí habitan, que sin ninguna duda son
menos numerosas y mucho más difíciles de ver, pero que tienen un valor igual,
incluso superior al de las grullas que cada año llegan por millares a nuestra
laguna.
Hoy es el turno de la Avutarda, otra de las grandes, otra de
esas aves que a todo el mundo le suena, que todos queremos ver, un ave que cada
día acerca a más gente a la laguna para observarla, otra reina de la laguna,
eso si esta vez reina de verano.
La avutarda es el ave más pesada con capacidad de volar que
nos podemos encontrar en la península ibérica, llegando a pesar algunos machos
hasta 22 kilogramos, como existen algunas citas, y siendo unos 13,5 kilos la
media de estos.
hembras de avutarda, en habitat tipico cerealista. |
Las hembras mucho más pequeñas rondan los 4,5 kilos,
sobrepasando rara vez los 6 kilogramos. Con un plumaje pardo-terroso se hacen
bastante difícil de localizar en los paisajes estivales donde habitan, siendo
su gran tamaño lo que delata su presencia.
Bien es cierto que hay una época del año, finales de abril y
mayo, donde es más fácil divisarlas, y mucho más impresionante, es en esta
época del año donde los macho hacen la “rueda” cortejo nupcial que consiste en
un baile muy vistoso, en el que de cierta manera dan la vuelta a sus alas
permitiéndonos ver los colores blancos de su parte inferior, e hinchando su
plumaje, de manera que forman una autentica bola gigante de color blanco, que
destaca de manera increíble sobre los campos cerealistas, que en mayo lucen su
color verde más intenso.
Estas aves polígamas suelen vivir en grupo, normalmente
grupos de pocos machos con un número mayor de hembras, sobre todo estos grupos
se hacen más numerosos en la época de invernada, donde debido a distintos
factores entre ellos las bajas temperaturas, no las podremos encontrar en la
contornada de la laguna, de manera que a pesar de ser un ave sedentaria debido
a su gran peso y dificultad para volar en esta zona se comporta como migradora,
abandonando cada invierno su zona de cría para regresar a la primavera
siguiente.
La avutarda siempre ha sido un ave bastarte perseguida
cinegéticamente hablando, lo que ha producido que sus poblaciones hayan
descendido hasta estar en serio peligro, desde los años 80 que se prohibió su
caza, la suerte de estas grande gruiformes ha cambiado, recuperándose ligeramente
sus poblaciones, aunque sigue estando catalogada globalmente como Vulnerable.
En la península ibérica se estima que se encuentra algo más
del 50% de los individuos de esta especie, unas 27.000 avutardas, sobre las
51.000 estimadas a nivel mundial.
mapa de distribuccion de la avutarda comun en la P. Iberica. |
Hoy en día la amenaza de esta especie ya no es la caza,
aunque todavía se abatan de forma ilegal algunos ejemplares cada año, sino que
como a la mayoría de aves esteparias les ocurre, es la pérdida de su
ecosistema, de forma natural las avutardas habitaban las estepas y praderas del
centro de Asia, pero con el avance de las civilizaciones y el desarrollo masivo
de la agricultura, se han adaptado a vivir en las llanuras cerealistas,
encontrando así en la península ibérica una excelente zona, especialmente en
las dos castillas.
El problema viene en la perdida de estas llanuras
cerealistas, o más bien en su transformación, poco a poco este ecosistema tan
valioso está desapareciendo, nos empeñamos en transformarlo en regadío con el
afán de sacar una mayor producción a la tierra, en hacer concentraciones
parcelarias, para sacar mayor rendimiento a los campos destruyendo todo tipo de
ribazos y protección para la fauna, y en utilizar multitud de productos
fitosanitarios para exprimir al máximo cada centímetro de las parcelas, y así
es como estamos cargándonos estos ecosistemas característicos de nuestros
pueblos, como estamos abocando a desaparecer a especies ligadas e estas zonas,
alaudidos, mochuelos, avutardas o sisones, están en peligro debido a estos
factores totalmente ligados al hombre.
Así pues queda reseñar a estas imponentes reinas de las
llanuras cerealistas de la península ibérica, que en la redolada de la Laguna
de Gallocanta y campo de Visiedo han encontrado sus leks, y sus zonas de cría,
a pesar de tener que migrar para pasar el invierno a unos cuantos kilómetros
delas zonas donde volverán para sacar sus crías adelante.
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