sábado, 9 de abril de 2011

¿LOS CONOCIAS?

En nuestros montes, sotos, jardines, parques… en los espacios mas cercanos y próximos a nosotros, en esos lugares que creemos que conocemos como la palma de nuestra mano, muchas veces viven especies que pasan desapercibidas antes nosotros, en ocasiones son plantas que vemos casi todos los días pero nunca nos hemos parado a mirar detenidamente y ha identificarlas, otras veces se trata de la fauna, por ejemplo es este el caso de la nutria, este mustélido es esquivo, difícil de ver pero que sabemos que esta ahí en nuestros ríos gracias a sus excrementos, esos excrementos cenizosos y compuestos de escamas de los peces que se ha comido, que estan situados estratégicamente encima de piedras, troncos o paredes para marcar su territorio.

Esta entrada va dedicada a dos especies que como la nutria son difíciles de ver, son dos aves muy diferentes pero con algo en común, la dificultad que tienen para ser vistas, y a su vez la facilidad con la que se pueden escuchar. Ambas son migradoras y me refiero al ruiseñor común y al autillo europeo.

Ruiseñor común (Luscinia megarhynchos): El ruiseñor común es un turdido de pequeño tamaño, que ocupa nuestras tierras desde abril aproximadamente hasta septiembre, su color pardo uniforme, junto con la gran actividad que tiene dentro de la espesura le hacen difícil de ver, sin embargo su canto fuerte con cambios bruscos de tono, y largas estrofas variadas lo delata.

Es un ave muy territorial que vive en manchas espesas de sotos, jardines y huertas.

Y una característica curiosa, es que canta en ocasiones durante la noche. ¿Lo has oído alguna vez?

Autillo europeo (Otus stops): Es el búho de menor tamaño que podemos encontrar. En algunos puntos de la península ibérica es sedentario, aunque en nuestra zona debido alas bajas temperaturas esta recién llegado.

Su color apagado, junto con su actividad nocturna lo hacen muy difícil de ver, aunque como en el caso del ruiseñor con el canto delata su presencia, es un silbido monosilabito, un “kiu” que se repite continuamente sin cesar. Su dieta se compone principalmente de insectos, y su nido lo hace en huecos de árboles, muros etc.

Desde la asociación y mano a mano con los alumnos del colegio Pedro Sánchez Ciruelo hemos instalado unas cajas nido para este pequeño búho. ¿Ocuparan sus nuevas casas?

2 comentarios:

  1. Uno puedo pensar que es la alarma de una casa... kiu...kiu...kiu...rítmico, en medio de la oscuridad silenciosa de un pueblo que duerme.Satisfecha de seguir aprendiendo e identificando a estos pequeños. Gracias chicos del museo!!!

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  2. Carlos (administrador)5 de julio de 2011, 22:47

    Gracias a tí anónimo por el comentario.La verdad es que es música celestial ese kiu..kiu... en estas noches de verano. Gracias de nuevo, sin vosotros todo esto no tendria sentido.

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