miércoles, 6 de julio de 2011

AZORES Y RATONEROS

Como ya hemos comentado en otras entradas anteriores, desde la asociación intentamos hacer el seguimiento de algunos nidos que tenemos localizados en nuestra comarca, principalmente de grandes aves y más concretamente de rapaces.

Esta vez ha sido el turno de las rapaces de nuestro pinar, allí tenemos localizado un nido de azor y otro de ratonero, de manera que el lunes con prismáticos y cámara de fotos en mano, nos dirigimos al pinar para hacer este seguimiento de los nidos.

El primer nido que visitamos fue el de azor, a simple vista parecía no estar ocupado, aun así subimos al nido para asegurarnos de ello, y así era, no había ni rastro de haber sido ocupado este año.

La verdad, que este año no se ha visto al azor maniobrar con su vuelo entre los pinos como en otras ocasiones, pero, como la ilusión es lo ultimo que se pierde, nosotros teníamos esperanza de encontrar uno o dos pollos del rey de la espesura en el nido, situado en lo alto de un repoblado Pino carrasco (Pinus halepensis).

Tras la desilusión del azor, continuamos hacia el nido del ratonero donde el año pasado saco adelante un hermoso pollo, pero cual fue nuestra sorpresa cuando a pocos metros del antiguo nido del azor encontramos un montón de excrementos repartidos bajo cuatro o cinco pinos, y al levantar la vista, ahí estaba, un nuevo nido de Busardo ratonero (Buteo buteo). Todo indicaba que este si que estaba ocupado, ya que desde el suelo se veían restos de plumón en el nido y plumas por el suelo, no obstante al comprobar el nido nos encontramos con que estaba vacío, eso si, con claros indicios de que los pollos ya habían abandonado el nido, quizás en unas fechas algo mas tempranas a los años anteriores, por lo que no pudimos fotografiar ni contabilizar a la nueva generación de busardos.

En el interior del nido restos de la alimentación de los jóvenes ratoneros, huesos y plumas de sus presas, y también plumas de sus propios cuerpos, probablemente perdidas en sus primeros aleteares antes de abandonar el nido donde nacieron.

Ya para terminar la tarde nos acercamos, aunque con pocas esperanzas de encontrarlo ocupado, al nido donde el año anterior había sacado la pareja de busardos a su pequeño, y como todo indicaba, el nido estaba vacío, ya que la pareja este año había construido el nuevo nido próximo al del azor.

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