miércoles, 20 de febrero de 2013

Almendreras en flor y grullas volando.


Este pasado domingo fui a la Laguna (la de Gallocanta, claro). Allí me esperaba un grupo para hacer una visita por la Reserva Natural (por cierto, muy buena gente y muy atentos). Como a mí me gusta, salí con tiempo de casa y subí tranquilamente por el puerto de Val de San Martín. De repente, en las curvas que la carretera hace por esta pequeña localidad, algo llamaba mi atención en medio de un campo de almendros. Sí, ¡era un almendro en flor!,  alguna variedad temprana que ya lucía unas vistosas flores blanquecinas, mientras sus vecinos y compañeros de la pieza, ya yerma, todavía tenían las ramas peladas, solamente decoradas con yemas hinchadas, a la espera de que pasen unas pocas horas más de frío para explotar y llenar el campo de colorido, colorido muy temprano el de los almendros que nos anuncian que ya pronto dejarán de producirse las fuertes heladas nocturnas, o que por lo menos no serán tan repetitivas.
Del mismo modo que las almendreras, otro de los personajes de la naturaleza nos indica que  la bonanza climática ya está cerca, que al invierno, que este año no ha sido muy duro en cuanto a temperaturas y sí bien generoso con las precipitaciones, ya le queda poco. Eso sí, todavía queda alguna que otra helada, que quizás sorprenda a los almendros de Val de San Martín. Este otro personaje que nombro ya ha sido protagonista de algunas entradas de este blog: las grullas. Ya se nos empiezan a despedir, ya marchan hacia el norte de Europa, donde empezarán a construir los nidos, para sacar adelante a sus polluelos.
El domingo, en cuanto el sol comenzó a calentar, se produjo una explosión de trompeteos que se acercaban hacia el observatorio de Los Ojos. Enseguida teníamos varios miles de grullas volando sobre nuestras cabezas, que a pocos metros de nosotros rompieron su característica formación de vuelopara crear un desorden organizado en busca de estas corrientes térmicas de aires calientes que, a modo de ascensor, les sirven para coger altura sin tener mucho gasto energético, y así comenzar su largo viaje. Y esto fue lo que sucedió, de repente ese desorden se volvió a convertir en una punta de flecha que miraba hacia el norte, y por el estrecho de Santed se marcharon despidiéndose con sus trompeteos, cada vez más lejanos, hasta desaparecer por el horizonte. 


3 comentarios:

  1. Y así será durante todo el mes, y esperemos que el año próximo... Vienen los extremaños este finde, esperamos verte. Besos!

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  2. Parece algo adelantada en fechas esta partida grullera, ¿no?

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    1. Bueno, no creas que es muy adelantada, todos los años la segunda quincena de febrero es cuando empiezan a migrar en buenas cifras, especialmente produciéndose los censos más altos en Gallocanta los últimos diez días de febrero.
      Gracias por comentar en el blog.

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