Miles de grullas surcan los cielos de la cuenca de Gallocanta
cada atardecer para entrar a pasar la noche a su dormidero, la laguna.
Después de pasar toda la tarde alimentándose de semillas de
cereal y otras “malas hierbas” como pueden ser las capitanas, estas grandes
aladas levantan vuelo para dirigirse con los últimos rayos de sol al interior
de la laguna, dentro de la lámina de agua, donde encuentran protección ante
posibles depredadores.
Esta semana más de 26.000 son las grullas que utilizan esta
laguna como dormidero, cifra elevada, pero no tanto si la comparamos con la del
año pasado, cuando el censo de tal día como hoy (5/12/2013) fue de 37.857
individuos que entraron a dormidero.
Sin duda, una vez más un espectáculo de la naturaleza en la
puerta de casa, gratuito, fascinante y único.
Asi es como he podido ver yo esta tarde la entrada
asomándome a la puerta del centro de Interpretación de la Laguna. Disfrutando
junto con Sabi y Grus de esta preciosa luna llena, y viendo como las grullas
volaban bajo su resplandor para llegar hasta la laguna, donde pasaran la noche,
para deleitar con su salida al amanecer a todo aquel madrugador que se decida a
disfrutar de este maravilloso espectáculo que nos brinda la naturaleza.
¡Preciosas fotos! ¡Y precioso relato! ¡Besines!
ResponderEliminarSabi y Grus ;).
Siempre tu sensibilidad medioambiental aflorando y describiéndonos impresiones.... Gracias!
ResponderEliminarPero qué fotos más preciosas! :)
ResponderEliminarmuchas gracias!!
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