Fotografiando el cometa Lovejoy (C/2014 Q2).

Esta creo que es la primera entrada dedicada a la astronomía que escribimos en este blog, la astronomía para mí personalmente es una ciencia atractiva y entusiasmadora,  pero a su vez, compleja, lejana, y de momento que no controlo nada, es decir que es una asignatura pendiente, pero que poco a poco se ira aprendiendo algo.

Cometa Lovejoy, tiempo de exposición largo. Foto: Agustín Catalán.

Y esta primera entrada astronómica es para presentar al cometa C/2014 Q2 o más conocido como Lovejoy. El sábado un amigo, José Miguel, nos comentó en Gallocanta que había oído por la radio que un cometa se iba a poder ver cerca de la constelación de orión, tras ver la entrada de las grullas, y con la fría caída de la noche en el altiplano de Gallocanta intentamos observar junto con Carmen y Sabi a lovejoy sin fortuna en su búsqueda, pero como nos quedamos con las ganas, la noche de ayer domingo después de cenar y tras informarme un poco de cuál era su posición, me fui a buscar a este astro.

Cometa Lovejoy, tiempo de exposición medio. Foto: Agustín Catalán.

Se trata de un cometa descubierto por el aficionado a la astronomía Terry Lovejoy, australiano que con este hace ya su quinto astro descubierto, siendo lovejoy descrito como uno de los astros más bellos y brillantes que podremos ver en mucho tiempo.

Dicho cometa en un cielo muy limpio y muy oscuro lo podemos llegar a ver a simple vista (de hecho ayer se podía intuir a simple vista desde la carretera de Balconchan) aunque es mucho más sencillo con unos prismáticos o un telescopio de campo amplio, su momento de oro fue el día 10 de enero, aunque se podrá ver durante todo el mes, siendo el día 30 cuando más cercano al sol se encuentre. Lovejoy tarda 11.500 años en dar una vuelta al sol, es decir, ese es su periodo orbital, y durante este mes lo podemos ver viajando desde Lepus hacia Aries, encontrándose ahora dentro de la constelación de Tauro.

Cometa Lovejoy, tiempo de exposición corto. Foto: Agustín Catalán.

Para localizarlo en el cielo tenemos que dirigir nuestra mirada hacia el sur y localizar Orión, fácilmente reconocible por su cinturón, un poco más a la derecha y más alto esta esté bólido de color verde esmeralda, que aunque siendo un cometa no nos dejara observar sus partes bien diferenciadas, ya que la cola prácticamente no es visible, eso sí, el núcleo y la coma son impresionantes debido al color esmeralda que les da el cianógeno y el carbono diatómico (C2) que lo componen, que al recibir la radiación del sol producen un efecto llamado "fluorescencia resonante" y nos dejan ver esa tonalidad que lo caracteriza.

Sin duda una observación que no podemos perdernos y que no se volverá a repetir, una oportunidad de salir al campo y de verlo de otra manera, levantando la cabeza, y porque no, haciendo fotos.