ÚLTIMOS PASOS DEL AÑO

 Como empieza a ser habitual para ellos, cada 31 de diciembre toca escapada a algún rincón de nuestro territorio para despedir el año en buena compañía. Este año me uní yo junto con Agustín, Bea, Jose, Jesús, María y Senda para descubrir los Pinares de Rodeno, paisaje protegido en la sierra de Albarracín.

Como punto de partida tomamos Daroca sobre las 9:00 a.m. con una temperatura de -6ºC. Todos en la furgo nos dirigimos a Cella donde nos espera María, una vez alli llegamos a Albarracín, donde nos tomamos un espeso chocolate caliente para entrar en calor y empezar la ruta con fuerza.

Comenzamos el recorrido sobre las 11:30 subiendo por un valle desierto donde lo único que nos encontrábamos eran rocas y alguna pequeña sabina, al fondo de éste se encontraba el pabellón municipal y un poco más lejos se diferenciaba el museo de armas de asedio. 

Seguimos caminando y comienzan las primeras risas y fotos de nuestro fotógrafo oficial Agustín. Hasta el momento no habíamos visto ningún pino, pero de repente como si de un muro se tratara empezamos a ver pinos, adentrándonos en un bonito pinar con una pista perfecta tanto para hacer senderismo como para BTT.

Pinturas Rupestres, Abrigo de Lazaro

Pinturas Rupestres, Toros del Prado del Navazo

A lo largo del camino se encuentran unos abrigos con pinturas rupestres, algunas se conservan perfectamente, pero otras nos era más complicado diferenciar. A mitad de recorrido llegamos a un bonito parque lleno de escaladores, ya que ésta es una muy buena zona para practicar la escalada.

Más adelante llegamos a un mirador desde el cual pudimos ver Gea de Albarracín y el monte de Valdelinares.

De vuelta a la furgo para comer nos encontramos con un funambulista el cual le estaba poniendo mucho empeño y lo hacía realmente bien. 

A partir de aquí nos espera la mejor parte de la excursión, por lo menos la más bonita. Se trata de un recorrido por un pequeño sendero rodeado de diversa vegetación, principalmente pino rodeno (Pinus pinaster) y sotobosque de umbría a ambos lados, pasando por pequeños riachuelos y teniendo un color rojizo como color principal del recorrido, debido a las piedras areniscas del rodeno.

Finalmente llegamos al punto de partida sobre las 15:15  con unos 15 kilómetros y un desnivel de 490 metros.

Concluimos un magnífico día comiendo y visitando Albarracín antes de volver a casa.

 

Ivan Saz.